Cambiar el no puedo por el sí quiero

A veces nos damos cuenta de que tenemos que hacer un cambio en nuestra vida, pero nos aferramos al miedo y sentimos que no podemos. ¿Cuál es el motivo? El miedo. Salir de nuestra zona de confort nos cuesta mucho, y eso nos dificulta el cambiar el no puedo por el sí quiero.

Nuestra mente, a veces, nos juega malas pasadas y tenemos que luchar contra ella para alcanzar la meta que deseamos. Sea cual sea, quizás te estés planteando dejar una relación o cambiar de empleo, lo fundamental es que si te llegó este pensamiento, aunque sólo haya sido una vez, entonces debes entender que tu camino de cambio ya ha empezado. Ya has comenzado a ver las cosas desde otra perspectiva y estás obligado a cambiar.

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¿Estás decidido a cambiar?

Ahora lo fundamental es mirarse al espejo y hacerse la pregunta: “¿Realmente lo quieres así?” Si tu respuesta ha sido que sí, entonces debes buscar, antes que nada, qué es lo que vas a sustituir. Ya lo dijo Platón:

“No le quites nada a nadie si no le vas a dar algo a cambio”

El motivo es porque si eliminas tu anterior conducta pero no tienes un plan para adquirir una nueva, navegarás sin rumbo y esto provocará que o bien, te deprimas por no saber a dónde ir, o vuelvas a la actividad anterior porque es lo que conocías. En este sentido, si por ejemplo deseas eliminar el tabaco de tu vida, debes implantar una nueva actividad que te dé la misma relajación o bienestar que te provocaba el tabaco. Esta actividad puede ser hacer ejercicio, meditar, ir al spa…

Por eso es tan importante que antes de cambiar el no puedo por el sí quiero traces un plan.

Trazar un plan

Para llegar a un destino siempre hay que trazar un plan. Sea lo que sea que te hayas planteado, es necesario que te impongas un objetivo claro y unas metas. El objetivo puede ser: encontrar otro trabajo. Las metas serán: inscribirte a portales de emple, enviar tu CV, hacer entrevistas, reducir tu jornada para buscar trabajo. Cuando durante un tiempo lleves a cabo todas las metas entonces tu objetivo se habrá cumplido.

Nunca debes mirar atrás. Siempre te tienes que aferrar al objetivo y no pensar en el trabajo anterior. Tu mente tiene que estar centrada en las diferentes metas. Si en el día 1 ya has reducido tu jornada porque es necesario para alcanzar tu objetivo, te tienes que centrar en la primera meta: buscar trabajo. Quizás te dé ansiedad al principio, pero te aseguro que con esfuerzo lo conseguirás.

La mente se resistirá

De nada sirve quedarte en tu anterior trabajo y buscar uno nuevo en tu tiempo libre. Así no alcanzarás nada. Aunque al principio lo consideres, debes ser consciente de que es tu mente la que te está jugando una mala pasada. Tiene miedo a estar sin ingresos y eso no se lo puede permitir. Por eso te pondrá todo tipo de excusas para no lanzarte, dejar atrás lo tóxico y empezar una nueva vida. Pero te aseguro que si no lo haces, entonces nunca saldrás del trabajo.

Este es el motivo por el que debes ser firme contigo mismo para cambiar el no puedo por el sí quiero. Salir de tu zona de confort es uno de los primeros pasos que debes realizar para salir adelante. ¿Cómo aprendiste a nadar? En el agua, con manguitos sí, pero en el agua. Es lo mismo, para salir de cualquier lugar debes aprender a nadar en el agua. Poco vas a solucionar en tu vida si te quedas en la tierra.

Quizás entre en tu pensamiento la resignación, el pensar que para qué vas a tirar por la borda lo que tienes, que va a ser mucho más difícil el cambio, que todo el mundo sufre en su vida y que es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer. Te he de decir que esto está relacionado con las creencias limitantes que tienes forjadas en tu mente.

En este sentido, las creencias limitantes serán:

  • El fumar me relaja. Si cambio este momento no tendré otro.
  • Si adelgazo seré el único flaco de la familia y me excluirán.

Mi pareja sólo me hace caso cuando estoy enfermo. Si me curo, entonces me dejará por otro.

El poder de la mente y de las creencias limitantes es increíble (puedes saber más aquí). Por eso es por lo que lo fundamental para cambiar el no puedo por el sí quiero es ser firme. Buscar un objetivo y aferrarse a él. Tu mente hará todo lo posible por darte justificaciones y excusas para no llevarlo a cabo. Debes ser fuerte y mirar al futuro con perspectiva.

¿Cómo realizar el cambio?

Para llevar a cabo todo esto anterior, he creado este plan. Da igual el cambio que desees realizar, siempre intenta llevar a cabo estos pasos:

  •  Percepción de la realidad. Para cambiar, es importante que te des cuenta de tu decisión continuamente. En este sentido, por ejemplo, si vas a dejar de fumar, es importante que te des cuenta de la cantidad de pensamientos que te llegan a la mente relacionados con el tabaco.
  • ¡Cambia! Una vez que lo percibas, debes decirte en voz alta para que tu mente lo oiga la palabra ¡Cambia! Y verbalizar en afirmativo la nueva sensación de bienestar. En el caso del tabaco sería: “Soy una persona sana”.
  • Implanta la nueva acción. A los 21 días habrás adquirido un nuevo hábito. Debes tener en cuenta que no habrá ningún cambio si no hay perseverancia. Cada acción que realizamos en la vida va acompañada de esfuerzo. Desde aprender a andar hasta buscar trabajo. El esfuerzo y la perseverancia llegan al éxito. En cuestiones de conducta, decirte que en 21 días ya se crea un hábito. Más de una vez te habrás dado cuenta de que cuando necesitas despertarte a una hora en concreto, al 22º día ya no necesitas el despertador, ya lo haces sólo.  (Puedes saber más con este libro)  
  • Enfocarse en lo que queremos, no en lo que ya no queremos. Es muy importante mirar hacia delante, nunca hacia atrás. Por eso es necesario que te envuelvas de la nueva sensación de realizar el cambio. No pienses en lo que estás dejando atrás, sino en lo nuevo que está viniendo a tu vida.
  •  Autoevaluación. Para ser conscientes de los cambios que vamos obteniendo es necesario llevar un calendario y apuntar cada nuevo logro. Por supuesto, es necesario que los celebres, la motivación es una fuente de energía que hay que trabajar y eso pasa por celebrar cada logro, por muy pequeño que sea.

Ahora que ya sabes lo que tienes que hacer para cambiar el no puedo por el sí quiero, es hora de observarte y ver qué es lo que puedes mejorar en tu vida. No es necesario que sea algo drástico en tu vida, también pueden ser pequeñas cosas de tu conducta que quieras modificar, como no decir tacos, mejorar tu vocabulario, respetarte y empoderarte. Ahora te toca a ti. ¡Ánimo!

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