El fracaso

Cuando naces y tienes 1 año de vida comienzas a caminar. Necesariamente, hasta que no lo controlas, cada vez que intentas dar dos pasos seguidos te caes, es decir fracasas. Pero te vuelves a levantar. Luego, es algo innato del ser humano el caerse y levantarse, hasta que nuestra sociedad te comienza a cortar este tipo de aprendizaje basado en experiencia-error.

A partir de los 2 años los adultos que te rodean comienzan a darte órdenes: “No te subas ahí que te vas a caer”. Y dejas de hacerlo. Pasas del mundo de la experiencia al mundo del confort. Y te estancas.

Seguidamente, en el colegio no se te permite tener malas notas. Si suspendes y repites de curso te conviertes en un fracasado. Por lo tanto, eres un apestado.

Pasan los años y como adulto vives en una burbuja porque no te permiten fracasar. Si se te pasa por la mente emprender, directamente tu grupo de iguales te aplastará la idea porque no eres de esa pasta.  Si, por ejemplo, se te ocurre conseguir flujo de dinero por otros caminos como son la inversión o la bolsa, te dirán: “¿No sabes que el 98% de los que invierten pierden su dinero?”. Si no estás a gusto con tu puesto de trabajo y saltas de un trabajo a otro, eso en España los de Recursos Humanos lo verán mal porque no eres estático, sino que tienes otras inquietudes, cuando en USA es aplaudido por tu entusiasmo en aprender y desarrollarte.

En esta deriva de si doy el paso o no tus años pasan y te conviertes en un muerto viviente porque no haces realidad tus sueños, tu mundo es el confort y para llevarlos a cabo debes pasar al mundo de experiencia  y eso es malo.

Pero, ¿se puede vivir así? ¿La vida se trata de pasar los años en balde sin sentir entusiasmo por realizar tus sueños? No. La vida fue creada para ser vivida, para maravillarse de las experiencias que uno tiene, superarse a sí mismo. Si no, ¿cómo hemos podido evolucionar como especie y llegar hasta aquí? Si no hubiéramos tenido la curiosidad y aprendido de la experiencia no hubiéramos comenzado a andar y, por supuesto, no hubiéramos dominado el fuego porque te aseguro que más de uno se quemó.  

Los grandes han fracasado antes de obtener el éxito

Entre los más destacados genios que fracasaban en el colegio está Albert Einstein, ya que no conseguía aprender nada de memoria, era muy lento y se quedaba reflexionando. De hecho fue rechazado en la prueba al acceso a la Universidad Politécnica de Zurich debido a sus malos resultados en letras.

Stephen Hawking se aburría en la universidad, sólo estudiaba una hora al día. “Sólo le bastaba saber que se podía hacer algo. Y él era capaz de hacerlo sin mirar cómo los demás lo hacían. Por supuesto, su mente era completamente diferente de las de sus coetáneos”, comentó posteriormente su tutor de física Robert Berman en una entrevista en The New York Times Magazine.

En Inglaterra, el padre de Wiston Churchill no sabía qué hacer con su hijo con las calificaciones del colegio, llegando a admitir: “El trabajo escolar de mi hijo es un insulto a la inteligencia”.

Si observamos el fracaso en otros ámbitos de la vida, contamos con la vida de Abraham Lincoln quien hasta que llegó a la presidencia de Estados Unidos fue derrotado en 7 ocasiones, además de haber pasado por una vida nada fácil desde que muriera su madre cuando éste contaba con 9 años de edad.  

Por otro lado, Thomas Edison llegó a fracasar 999 veces hasta concluir en el diseño de la bombilla que conocemos.

Como verás hay una relación entre el fracaso y el éxito, puesto que no es casualidad que varias personas hayan llegado tan lejos empezando tan mal. La clave es la experiencia-error , es decir, caerse y volverse a levantar. Esta es la forma en la que el ser humano aprende y es cómo llegamos a alcanzar niveles tan altos en la evolución.  

Fracasa para llegar al éxito

A esta altura del artículo entenderás que debes salir de tu zona de confort para aprender a llegar lejos. Si te estancas en tu silla, entonces te estancas como persona, mueres en vida y no avanzas.

En España tenemos un concepto erróneo del fracaso, lo vemos como la bajada a los infiernos de la cual jamás saldrás. Pero no es así, es simple aprendizaje. Ahora ya lo sabes, levántate y busca cómo alcanzar tu sueño. Que no te importe si fallas una o dos veces, cada fallo te acercará al éxito.

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