Tips para sobrepasar el teletrabajo y no morir en el intento

Aunque somos muchos los que llevamos años trabajando con teletrabajo porque Internet nos lo ha permitido desde hace una década, ahora con el coronavirus las empresas han tenido que tomar esta medida drástica con sus empleados.

Para quien no está acostumbrado, es complicado. Lo primordial es tener la mente serena, ser conscientes de los tiempos. El hecho de que no te muevas de tu domicilio puede ser un alivio durante un tiempo, puesto que no tienes que madrugar, no hace falta que te vistas ni que te pongas de traje detrás del ordenador, e incluso puedes trabajar en pijama, siempre y cuando no tengas una conferencia.

El teletrabajo, ¿cómo afrontarlo?

Dentro de los beneficios, también hay ciertas circunstancias que pueden mermar tu trabajo. Los estímulos externos aumentan porque ahora tus hijos y tu marido sustituyen a tus compañeros de trabajo. Puedes levantar la mirada del ordenador y ver que el salón no está recogido, ir a poner la lavadora ahora que puedes, o a hacer cualquier otra acción de la casa. Aunado a ello, si antes en la oficina solo tenías el móvil y el email como distractor, ahora en el teletrabajo se aúnan la televisión y la radio.

Como ves, son muchos los estímulos que existen. Por ello debes tener una perseverancia y una constancia severas. Eres más susceptible a la negatividad, a pensar que para qué vas a trabajar, si la situación del país es crítica. Verás todo tipo de inconvenientes, desde el portátil, la falta de herramientas, etc. Posiblemente el Internet de tu casa no sea tan eficiente como el del trabajo.

Ante este panorama, lo mejor es establecer una rutina casi similar a la que tenías.

Establecer una rutina

Aunque en el apartado anterior he planteado la virtud del teletrabajo, he de decir que lo primordial es que te sientes delante del ordenador ya vestido y duchado. Quizás no hace falta que te pongas de traje, o igual sí, pero tu actitud debe ser la misma a cuando ibas a la oficina. La mente no debe de reconocer que está enclaustrada, sino que debe de pensar que está fuera de casa. Para ello, si puedes ponte a trabajar en una habitación de casa, en tu despacho o en un rincón del salón, mirando hacia la pared.

A continuación te voy a indicar cómo establecer la estrategia de trabajo:

Coge un cuaderno y un bolígrafo. En ella primero vas a establecer los objetivos marcados por la empresa que ya tenías. Si no tenías, póntelos. Siempre vas a necesitar una meta para no salirte del camino.

Seguidamente, establece las tareas semanales que tienes que realizar. Si tienes que hacer un informe o un número de ventas. Soy consciente de que esta situación hará que no se gaste tanto dinero debido a la incertidumbre, pero, puesto que tarde o temprano se saldrá de esta situación. Es más difícil mentalmente hacer un parón y volver a la rutina que mantenerte en ella por un largo tiempo. Por ello, si eres un comercial y tu objetivo son las ventas, plantéate buscar a tu cliente en Internet, hacer uso de las redes sociales para entablar una conversación. Quizás esta circunstancia hará que potencies un canal que antes no lo tenías en cuenta.

Después de las tareas semanales, vienen las tareas diarias. ¿Qué es lo que hacías en tu día a día? Enviar emails, hacer X llamadas, etc. Bien, pues continúa haciéndolo pero ahora anotándolo en el papel.

Dentro de la rutina, es necesario que escribas en la hoja diariamente todas las tareas pendientes que tienes. Con un subrayador irás marcando las que ya termines. De esta forma te motivará mucho tener la hoja llena de color. Sentirás que tu productividad es fuerte.

También puedes leer este post que he escrito para organizarse tanto el tiempo como las tareas.

Que no se te caiga la casa encima

Una vez estés dentro de la rutina diaria, podrás levantarte al baño, a ponerte un café o estirarte como venías haciendo. Pero siempre siendo consciente de que estás en tus horas de trabajo. Nada de poner las noticias. Si tienes a tus hijos estudiando, es bueno que pases por sus habitaciones y supervises su estudio. Te halagará saber que ellos ya tienen el ritmo de trabajo en casa, ten en cuenta que llevan años haciendo deberes en su habitación. Eres tú quien no estás acostumbrado.

Para que no te agobies con la casa con el teletrabajo, es necesario que seas persistente, enfócate en lo que estás haciendo. Cuanto más trabajo saques adelante más rápido se te pasarán las horas. Además, actualmente con el Whatsapp seguramente que tus compañeros de trabajo estén detrás comentándote cualquier acción. Permítete mantener esa conversación siempre que sea por trabajo, no dejes que los demás te atrapen con otros temas de actualidad. Entonces entrarás en el bucle del coronavirus y te quitará de tu meta del trabajo.

Tiempo libre

Intenta marcarte esas 8h de trabajo, o si lo prefieres marcarte la rutina por resultados o tareas. Verás que tu productividad mejora y saldrás antes del trabajo.

En cuanto al tiempo libre que venías haciendo, si antes tenías una rutina de ejercicios que realizabas en el gimnasio, sustitúyela por objetos de la casa, pero no la dejes. Es bueno para la mente realizar ejercicio físico, aunque estés enclaustrado. Puedes hacer esa rutina antes o después de trabajar, incluso con tus familiares.

En definitiva, el teletrabajo te puede abrir la oportunidad a trabajar desde otros aspectos que desconocías, usar otro tipo de herramientas para acercarte a tu cliente potencial e incluso retarte como persona para ver si eres capaz de salir airoso de esta situación. Tómatelo como un reto y recuerda que de esto siempre se sale. Ánimo.

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