Cómo eliminar las creencias limitantes

Todos a lo largo de nuestra vida y de nuestras experiencias vamos haciéndonos idea de cómo funciona el mundo, creando unas creencias limitantes o teorías en base a nuestra experiencia.

Sin embargo, estas creencias no tienen mucho fundamento porque son subjetivas, no están basadas en ningún estudio, simplemente en las circunstancias en las que vivimos esa situación o nos la contaron y nosotros lo damos por hecho. Estas creencias nos limitan, por eso las llamamos creencias limitantes. Pese a no ser ciertas (la mayoría no lo son) cargamos con ellas como losas porque en su momento las dimos por creencias óptimas, lo cual hace que no observemos como correctas pautas de comportamiento diferentes a la nuestra.

Par a conocer un poco más de cerca a qué me refiero, empecemos por el principio.

¿Qué es una creencia limitante?

Una creencia es un postulado basado en una experiencia ya sea nuestra o de nuestros allegados que damos por cierta.  Estas creencias viajan desde nuestros antepasados hacia nosotros. Por ejemplo, nosotros somos conscientes de que el tigre diente de sable era nuestro enemigo porque nos mataba, aunque ahora no convivamos con uno de ellos. Sin embargo eso no quita para que nuestro cerebro se acuerde de esa creencia, y cuando pasees por el campo te pongas en estado de alerta al oír algún ruido entre las plantas. Tu creencia limitante de que puede aparecer un animal para atacarte es para protegerte.

El problema surge cuando en nuestra evolución ya no convivimos con la naturaleza, los mamuts y dientes de sable ya no existen pero nuestra mente sigue funcionando igual. La mente no sabe en qué siglo vive, ella está formada así y pasarán miles de años hasta que vuelve a evolucionar. Por eso, las creencias limitantes están desfasadas y nos dañan. Ya no nos son útiles.

Ahora que ya sabes qué es una creencia limitante y de dónde viene, vamos a observar en nuestra sociedad los diferentes tipos y cómo actúan.

Tipos de creencias

Dentro de las creencias limitantes existen diferentes rangos: las que has vivido tú y las que te han contando. Ambas son igual de dañinas.

En relación a las que has vivido tú, puedes tener creencias como “me pongo enfermo fácilmente”, “otros consiguen lo que se proponen menos yo”, “para qué intentarlo si no funcionará”, “yo no estoy apto para ese puesto de trabajo”, etc. Seguro las reconoces y que te han venido a la mente alguna más.

¿Qué fundamento tienen?

Te hago esta pregunta porque por ejemplo, ahora que estamos con el coronavirus, si tienes la creencia limitante de “me pongo enfermo fácilmente”, es peligroso. ¿Cuántas veces te has puesto enfermo a lo largo de tu vida? No me refiero a un constipado, eso lo hemos pasado todos, sino a enfermedades severas. Entonces, ¿por qué piensas eso? Perfectamente puedes predisponer a tu cuerpo a que coja el coronavirus si le das esa indicación. Porque se la estás dando. Le estás diciendo a tu mente que tú estás abierto a todo tipo de enfermedades, que tienes el sistema inmunológico bajo y que por lo tanto bienvenido todo virus que desee entrar.

Y,  ¿sabes por qué? Porque la mente es nuestra herramienta, nos protege pero también nos daña. Ella como herramienta sólo obedece órdenes. Y esas provienen de ti.

El otro tipo de creencias limitantes son las que nos vienen de otros. Estas son más peligrosas todavía, porque si las anteriores las creábamos con nuestra experiencia, éstas las creamos por pura fe. No hay fundamento. Así, por ejemplo, cuando crees “no puedo llegar a ser directivo de la compañía en la que trabajo, no estoy hecho de esa pasta”, ¿crees que del día a la noche se pasa de ser un estudiante a ser un directivo de una compañía? No, es mucho esfuerzo, aprendizaje y dedicación para conseguirlo. Ahora, debes tener presente que sólo si te lo planteas como una meta en tu vida es como podrás conseguirlo. Si divagas entonces olvídate. La determinación es la base principal para alcanzar los sueños, independientemente de las dificultades por las que pases.

Ahora, una vez que sabes qué es una creencia limitante y el daño que puede hacer, es momento para cambiar las cosas.

Cómo cambiar las creencias limitantes

Te voy a mostrar una serie de pasos que tienes que llevar a cabo, con determinación (ya lo sabes).

  • Identificación de la creencia.

Lo primero es identificar dentro de todos los pensamientos que tienes a lo largo del día, cuál es una creencia limitante. Ya te he mostrado las características de este tipo de creencias, así que puedes ir observando tu conducta para darte cuenta de ello.

  • Buscar su origen.

En segundo lugar debes buscar su origen. En las creencias limitantes propias no es tan difícil porque tarde o temprano llegarás a la conclusión de en qué momento creaste este condicionamiento. Si por ejemplo tuviste una época en la que los exámenes se te daban mal, seguro que creaste una creencia de algún tipo. También te puede pasar si tuviste entrevistas de trabajo difíciles. Es probable que tu mente haya creado una y que sea ese el motivo por el que te cuesta enfrentarlas.

Para encontrar el origen de las creencias limitantes que son de terceros hay que hacer una investigación. Este es el ejemplo de una pareja: Ella estaba haciendo la cena con pollo, cuando él vio que le cortaba ciertas partes y las desechaba antes de meterlo en el horno.

“¿Por qué desperdicias esas partes?” Le preguntó.

“No lo sé. La receta es así. Mi madre siempre lo hacía así.”

“¿Seguro? Pregúntale el motivo.”

Ella llamó a su madre para que le explicara el motivo, a lo cual ésta tampoco lo sabía. Le comentó que era una receta de su abuela, que le llamara. Entonces la chica le hizo la misma pregunta a su abuela, a lo que ésta contestó: “Porque no me cabía en el horno, en aquella época los hornos eran mucho más pequeños”.

Ahora que ya sabía la creencia limitante de la receta, y no tenía los mismos impedimentos, unió todas las partes del pollo en la bandeja y los metió.

  • ¿Te es útil continuar con esta creencia?

Ahora que sabes de dónde vienen las creencias limitantes, es hora de hacerse la pregunta de si realmente vale la pena vivir con esas “tonterías” o es mejor adaptarse al momento. Es mejor vivir tranquilamente que cortarse las alas con una creencia que ni te va ni te viene.

Hay una cosa que debes tener en cuenta, y es que tu cerebro funciona de la misma forma a la que viene funcionando desde el neanderthal. El estrés que sufres cuando paseas por el campo (en busca, inconsciente, de tigres de sable) es el mismo que sufres cuando tienes discusiones con tu ex. Así que lamento comentarte que en este tipo de circunstancias, por mucho que lo intentes, tu mente sufrirá igual. Lo único que te queda es intentar discutir lo menos posible si no quieres seguir sobresaltándote.

Te preguntarás que qué tiene que ver esto con las creencias limitantes, que te he chafado el artículo. Es importante que entiendas cómo funciona la mente porque debes hacer todo lo posible por rodearte de armonía. Debes abrir tu mente para ser capaz de eliminar toda toxicidad, ya venga de fuera o de ti mismo. Debes ser capaz de atraer lo bueno, lo constructivo y dejar atrás las preocupaciones.

  • Acción: domina tu mente. Díle ¡¡Cambia!! Llévalo a cabo en la práctica.

¿Cómo hacer para eliminar las creencias limitantes y abrir tu mente a nuevas oportunidades? Es muy sencillo. Sólo tienes que tener un poco de práctica. Te comento que la mente es una herramienta, así como usas las llaves para abrir o cerrar la puerta, la mente la abres o la cierras a tu gusto.

Imagina que tienes en la mente al diablillo y al angelito viviendo y conviviendo. Todas las conversaciones que tienes en la mente son las suyas. Y son muchas, la mente segrega más de 1.000 pensamientos por segundo. Bien, ante tanta histeria sólo tienes que hacer una cosa. Decirles en voz alta: ¡¡¡Calláos!!! Y se callarán.

Cuando te aparezca una creencia limitante y te des cuenta de ello, diles: ¡¡¡Cambia!!! Dite la afirmación que deseas. Por ejemplo si la creencia que has dicho es “no puedo hacerlo”, dite “soy capaz de hacer cualquier cosa que me proponga”.  Cada vez que te venga a la mente tienes que hacerlo para que ésta sepa la nueva orden.

Además, te recomiendo este libro que te ayudará a centrar tu mente para llevar a cabo tu objetivo.

Lo más importante, llévalo a cabo. De nada sirve que creas que puedes hacer cualquier cosa que te propongas si luego sigues sentado en el sofá de tu casa sin llevar a cabo lo que deseas. Así que ponte en pie y abre tu imaginación y tu determinación para cambiar la vida que vienes viviendo. Si necesitas más información sobre cómo cambiar tu vida, he escrito este artículo que te servirá. Pero sobre todo, sé firme en tu intención por eliminar las creencias limitantes y pon en práctica los nuevos pensamientos. Ánimo, tú puedes.

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