Tu propósito en la vida

Cada día son más las personas que necesitan un cambio en su vida, su cuerpo se lo dice continuamente, se sienten exhaustas en su trabajo, y no encuentran la salida. El motivo es que no han encontrado su propósito en la vida.

Por eso, en este post os voy a comentar ciertos consejos para encontrarlo.

Antes que nada deciros que no nacemos para un propósito, simplemente somos seres que con la consciencia tenemos que dar sentido a la cantidad de horas que tenemos por delante antes de morir, pero no por ello tenemos que cumplir un propósito. En absoluto. Cuando estás en tu lecho antes de morir nadie te exige que hayas hecho esto o aquello, sólo lo hacéis tú y tu conciencia.

Ver las señales

Escuchar tanto al exterior como al interior no es fácil, debes estar en sintonía con la vida para darte cuenta. Hay personas que van con la premisa “si sucede así es por algo” ante hechos que marcan un antecedente. Puede ser personal o profesional, señales como perder el bus que te lleva a esa reunión tan importante que tenías hoy, olvidarte de una fecha señalada en el calendario o que surja un imprevisto que te impida ir a tu cita son señales o sincronías que la vida usa para llevarte por el camino que deseas. Hay personas que consideran que la intuición también influye en este aspecto. Si deseas conocer más sobre este tema, el libro El alquimista de Paulo Coelho habla sobre ello bastante bien. Cuando empieces a ver la vida con otros ojos entonces sabrás distinguir todas las señales y disfrutarás cuando sucedan.

Por otro lado, tu cuerpo es el primero que te va mostrando que algo no va bien. Tu subconsciente te dice que lo que estás haciendo no está bien o no va acorde contigo mediante ciertos síntomas como dolor de cabeza, enfriamientos, náuseas, pitido de oídos, etc. Cada órgano tiene que ver con un hecho, así por ejemplo, si tienes náuseas es porque eso no lo puedes digerir, si tienes pitidos en los oídos, es porque no te ha gustado nada escuchar eso, si tienes enfriamientos, es porque no quieres que te molesten y necesitas estar solo para abrigarte. A este tipo de señales es necesario que les prestes atención. Cuando todo se desencadena entonces es hora de replegarse y meditar qué es lo que está sucediendo. Para conocer mejor las señales del cuerpo, el libro La enfermedad como camino de Thorwald Dethlefsen y Ruediger Dahlke te ayudará.

Una vez que sepas que algo ocurre, es momento de parar.

Un año sabático

En el momento en el que saltas de la cama después de estar toda la noche sin dormir y decides llegar hasta aquí es especial. Posiblemente tengas miedo, pero tu intuición es firme. En este caso, enhorabuena, has dado el primer paso, ya estás más cerca de encontrar tu propósito en la vida. Es hora de comunicarlo y de realizar los trámites para cogerte un año sabático, para pensar en ti.

No hace falta que vayas a Oriente para estar contigo. Hay quien lo hace porque está ligado a esa cultura de alguna forma, pero no es necesario, simplemente puedes irte al pueblo o a la playa, yo recomiendo que te alejes de la ciudad, eso seguro. Porque en la naturaleza es donde uno se siente en paz, no hay contaminación de ninguna clase y los días pasan despacio, o mejor dicho, pasan a su ritmo. Si tienes familia es posible que te cueste realizar este cambio, en tal caso te recomiendo que salgas al parque, que camines, contemples a los animales y las plantas y hagas un jardín en tu casa. De esta forma podrás crear tu santuario, donde pasar las horas en balde, sin que te molesten.

Cuando ya te hayas acostumbrado a la paz interior, al despertar tranquilo sin propósito es hora de empezar a rebuscar en ti y ver qué es lo que te gusta. Te diría que te quedaras así el resto de tu vida, pero, a menos que hayas ahorrado lo suficiente como para poder hacerlo, me temo que volverás al trabajo, sólo que de otra forma.

Es posible que pienses que esto sólo te pasa a ti. Estás equivocado. Le pasa a todo el mundo. De hecho, el creador de la Master Card también tuvo su momento de crisis y dejó todo lo que estaba creando y se fue a un pueblo a cosechar tomates, hasta la fecha. Evidentemente ya había ganado lo suficiente como para poder pasarse así la vida, pero no quiero que te centres en eso, sino en el hecho de que no eres diferente a los demás.

Personalmente estoy convencido de que esto que nos ocurre es por la sociedad que hemos creado. Vivimos en un mundo paralelo o para-lelos que no va acorde con la vida y en cierto momento a todos nos surge la idea de abandonar. Menos mal que el Calentamiento Global nos va a dar una bofetada y nos va a recolocar, nos comportamos como niños malcriados y nos merecemos esa bofetada.

Vislumbrar qué es lo que quieres

En fin, ha llegado la hora de sentarse, responder a la misma pregunta de los 18 años: ¿Qué quieres ser de mayor? Sólo que no lo vamos a hacer así, suena a condena. Simplemente vas a darte cuenta de lo que quieres, de tu propósito en la vida.

Coge un bolígrafo y un papel. Anota qué es lo que te gusta, a día de hoy. ¿Cuáles son tus hobbies? Haz una lista.

Hazlo con calma, recuerda que estás en año sabático. Esto es para ti.

NO PIENSES EN EL DINERO, ESO VENDRÁ POR AÑADIDURA.

¿Te gusta cocinar?¿Hacer fotografía?¿Deporte?¿Manualidades? Anota cada cosa.

Cuando estés haciendo este ejercicio te darás cuenta de que tu corazón palpitará en el momento en el que escribas lo que quieres, pero te brillarán los ojos y tu imaginación flotará con algo exacto. Si no es así, no te preocupes, la inspiración te vendrá en un sueño o en una anécdota que te suceda en el día. Recuerda que la vida te manda señales, sólo tienes que verlas.

Lo principal que tienes que tener en cuenta para encontrar, tu propósito en la vida, es que estés como estés lo primordial eres tú. Nadie más se va a poner tus zapatos, así que tus ilusiones y tus vivencias son tuyas.

Es hora de partir, espero que tu viaje te entusiasme 😉

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